La Porxada es el edificio más emblemático de Granollers. Foto: Turismo de Catalunya |
Granollers, enmarcada por el Montseny y las sierras del Montnegre y el Corredor, se erige como una ciudad moderna y dinámica con una rica oferta cultural y turística. En su centro histórico, se despliega una amplia isla peatonal que rememora el auge comercial que ha caracterizado a la ciudad a lo largo de los siglos. Entre las joyas arquitectónicas e históricas, la Porxada destaca como monumento emblemático, construida en 1586 como lonja de grano. Sin embargo, la ciudad ofrece más tesoros que merecen ser explorados.
El Museo de Granollers se erige como un testimonio vivo del pasado, exhibiendo los restos de las antiguas murallas, el Ayuntamiento y la iglesia de Sant Esteve. La Porxada, con su tejado sostenido por 15 columnas toscanas, y el Ayuntamiento con su fachada neogótica, narran historias de siglos pasados. La iglesia gótica de Sant Esteve, aunque destruida durante la Guerra Civil, conserva su campanario como testamento de su pasado.
En el ámbito civil, Can Torrebadella (1901), Can Miquel Blanxart (1904) y Can Clapés (1913) destacan como ejemplos notables de la arquitectura modernista que adorna la ciudad. El antiguo hospital de Sant Domènec, remodelado en 1926 por el arquitecto Manuel Joaquim Raspall, se convirtió en biblioteca, exhibiendo una decoración modernista en su interior. El hospital modernista, diseñado por Josep M. Miró i Gibernau, añade una perspectiva única al patrimonio arquitectónico de Granollers.
Para aquellos que disfrutan del senderismo, las rutas del Pedró y la fuente del Ràdium ofrecen una experiencia única en los alrededores de la ciudad. El bosque de Can Cabanyes, compartido con Montmeló, es un espacio natural en proceso de recuperación para el ocio y la educación ambiental.
La vida cultural de Granollers se enriquece con una amplia programación estable, impulsada por el Teatro Auditorio y la Roca Umbert Fàbrica de les Arts. Los amantes del deporte pueden sumarse a la tradición del handbol, destacando el equipo local que compite en la liga Asobal. La Media Maratón, una carrera de 20 kilómetros, es otro evento emblemático.
El mercado tradicional del jueves, con unos 450 puestos que ocupan calles y plazas del centro, es una oportunidad para sumergirse en la vida cotidiana de la ciudad. Durante la fiesta mayor, la amistosa rivalidad entre las pandillas de Blancos y Azules añade un toque festivo, acompañado por la deliciosa experiencia de probar los rajols de Granollers, hojaldre relleno de chocolate. En resumen, Granollers ofrece un viaje cautivador a través de su historia, cultura y naturaleza.
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